Las primeras estacas de vítis vinífera traídas por los españoles fueron distribuidas en diferentes ciudades de la costa y sierra para ser plantadas y así iniciar la producción de uvas destinadas para la elaboración de vino, bebida que formaba parte de la alimentación básica de los europeos y que después, con el pasar de los años y de manera fortuita, desplazaría al fermentado de maíz consumido por los Inkas, la chicha de jora.
El vino se convirtió en la bebida más consumida del Perú virreinal y su producción fue la principal actividad económica, después de la extracción de minerales, convirtiendo a los diferentes valles costeros del sur, en los principales abastecedores de alta demanda que existía, tanto dentro como fuera de su territorio. Esto fue así hasta los inicios del siglo XIX, los diferentes acontecimientos políticos, sociales y económicos como la guerra de la independencia, la expulsión de los españoles, la guerra con Chile, el desarrollo de cultivos alternativos más rentables, la aparición de la filoxera, la expropiación de viñedos, entre otros, mermaron enormemente las hectáreas de viñedo y la producción nacional de vino.
En los últimos diez años, el Perú viene experimentado un desarrollo importante, lo que denominamos “la revolución del vino peruano”, gracias a la inversión realizada por los pequeños, medianos y grandes productores, en ampliar sus viñedos, tecnificar sus bodegas y recurrir a los mejores profesiones para mejorar sus procesos, tanto en el campo como en la bodega.
PERUVINO es una organización integrada por profesionales y apasionados de nuestro vino, que busca fortalecer su imagen y convertirla en protagonista de nuestra gastronomía.
En nuestra página encontrarás un mapa virtual con la lista de todas las bodegas nacionales que vienen desarrollando un serio trabajo con la vítis vinífera, además, podrás conocer y adquirir vinos de pequeña producción. Recuerda que cuando compras uno de nuestros vinos, estás incentivando a nuestros productores a seguir creciendo.